Grupo CTO

Esta especialidad probablemente sea tan difícil de explicar como de elegir. Sin embargo, bajo mi punto de vista, es la última especialidad transversal que queda si exceptuamos los servicios centrales hospitalarios. 

Lejos de quedarme en lo evidente, aquello que todo el mundo conoce de mi especialidad, me gustaría contaros la actividad habitual de muchos de nosotros tanto en la sanidad píublica como en la privada. 

En primer lugar, hay que tener en cuenta que no tenemos un territorio anatómico definido, puesto que veréis a cirujanos plásticos operando una base de cráneo, una cirugía de plexo braquial, una mano pediátrica, una fractura abierta de miembro inferior, una mama, y un sinfín de otras situaciones. Con esto quiero haceros ver que el primer escalón para ser un buen cirujano plástico es dominar toda la anatomía de una forma muy detallada. Además, a este concepto hay que sumarle la dificultad de que en la mayoría de ocasiones el paciente no está en la posición “cómoda” o habitual, puesto que como somos una especialidad muy “colaboradora” los demás especialistas tienen sus propios abordajes y posiciones que son variados. Ellos son rígidos a la hora de cambiar dichos abordajes y nosotros hemos de adaptarnos. No es lo mismo abordar una pelvis en decúbito lateral que en supino, por ejemplo.

Por otro lado, y como hemos introducido, la patología “propia” de la especialidad está muy repartida y en ocasiones poco definida. Esto tiene dos formas de verlo, la primera y reduccionista es que a nosotros en ocasiones los pacientes no nos llegarán si no es porque otro especialista tiene problemas. Yo personalmente pienso que el camino difícil es siempre el que nos dará mayores oportunidades. Me refiero a que efectivamente, en ocasiones, los pacientes nos llegarán de manera mejor y más fluida cuanto mayor sea nuestra capacidad de servicio y colaboración. Desde ahí seremos cirujanos muy últiles, versátiles y a fin de cuentas muy bien valorados; por lo tanto muy solicitados. Para llegar hasta ahí debemos tener disponibilidad, mucho conocimiento y hacer el esfuerzo de familiarizarnos con las técnicas y abordajes del resto de especialidades quirúrgicas. Esto supone un esfuerzo muy grande, pero acaba pagando puesto que cuando lo conseguimos formamos parte de equipos quirúrgicos consolidados que se ocupan de grandes cirugías, esas en las que todo residente sueña con hacer algún día.  Afortunadamente esto ya ocurre en muchos hospitales y nos encontraremos que ya tenemos abierto ese camino.

Nos enfrentamos pues, a una especialidad quirúrgica por los cuatro costados. Sus técnicas son muy variadas aunque muy comunes a pesar del cambio de territorios anatómicos. Dentro de estas técnicas se encuentra la microcirugía, auténtica alma máter de nuestra especialidad en el mundo moderno. En esta técnica encontraremos innumerables posibilidades y aplicaciones cuyo desarrollo está siendo vertiginoso en las últimas décadas. 

Con todo esto sabido veremos que a lo largo de la residencia tendremos muchas rotaciones en servicios quirúrgicos distintos precisamente para tener un conocimiento y manejo de muchas técnicas que nos serán útiles en el futuro. Esto nos permite conocer a muchos compañeros y hacer muchas relaciones. Cada hospital tiene itinerarios distintos. 

Otra de las grandes oportunidades de esta especialidad es la posibilidad de investigar en muchas áreas. Probalemente sea un aspecto poco conocido, pero dentro de la investigación existen multitud de campos donde un cirujano plástico puede aprender y aportar. 

Las guardias no son las mejores, pero tampoco las peores. Depende de si el hospital donde te vayas a formar se ocupa de patología de mano, quemados, etc. 

Por último, la otra gran rama de la cirugía plástica (la primera es la cirugía reparadora) es la cirugía estética. Somos la única especialidad con formación específica y reglada para realizar esta cirugía. Durante la residencia no la veréis con mucha frecuencia, aunque sus técnicas son en muchas ocasiones las mismas que para procesos reconstructivos. Sin embargo, en esta modalidad tratamos a pacientes “sanos” por lo que también requiere un esfuerzo extra aprender cómo abordar sus indicaciones y sobre todo limitaciones. Esta rama sólo se ejerce en la sanidad privada, donde encontraréis buenas salidas laborales y un perfecto complemento al desempeño de vuestro trabajo en un hospital de la red pública si optáis por compatibilizar ambas.

Como resumen, en esta especialidad podréis ser creativos, innovadores, enfrentaros a cirugías de altísima complejidad y ayudar a muchos pacientes de una manera muy evidente para todo el mundo. Como en cualquier área quirúgica, alcanzar nivel y destreza exige mucha dedicación y entrega pero estamos ante la que sin duda es la especialidad quirúrgica más completa y apasionante que existe.